Henri Toulouse-Lautrec
Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec-Monfa (Albi, 24 de noviembre de 1864 - Château Malromé, Saint-André-du-Bois, 9 de septiembre de 1901), conocido simplemente como Toulouse-Lautrec, fue un pintor y cartelista francés, que destacó por la representación de la vida nocturna parisina de finales del siglo XIX. Se le enmarca en el movimiento postimpresionista, pero hay debates sobre si la intención subversiva de su obra contra el statu quo de las relaciones extra-matrimoniales debe hacer su obra única, creando su categorización propia e inconmensurable.​
OBRAS
La historia detrás de esta obra también es fascinante. La Countess Adèle de Toulouse-Lautrec era la madre del artista y una figura importante en su vida. A través de esta pintura, Toulouse-Lautrec retrata a su madre de una manera íntima y personal, capturando su presencia y su relación cercana. Esta obra es un testimonio del profundo amor y respeto que el artista sentía por su madre, y muestra la influencia significativa que ella tuvo en su vida y en su arte.

Además de estos aspectos más conocidos, existen detalles menos conocidos sobre esta pintura. Por ejemplo, el tamaño original de la obra es de 94 x 81 cm, lo que permite apreciar los detalles y la técnica de Toulouse-Lautrec de cerca. También se destaca el uso de pinceladas sueltas y rápidas, que le dan a la pintura una sensación de espontaneidad y frescura.

En conclusión, "Countess Adèle de Toulouse-Lautrec, the Artist's Mother at Breakfast in Malromé Château" es una pintura fascinante que destaca por su estilo artístico, composición, color y la historia que la rodea. Esta obra muestra la habilidad y el talento de Toulouse-Lautrec para capturar la esencia de una persona y transmitir emociones a través de su arte.
Toulouse-Lautrec construye sus pinturas de abajo hacia arriba, con lo que quiero decir que considera cuidadosamente qué material va a ir encima de cual otro para lograr el efecto y colorido que desea.

Lo primero que hacía era dibujo de contorno de manera precisa y espontánea para determinar la composición básica de aquello que iba a pintar. Posteriormente metía cargas, que son una suerte de imprimaturas localizadas con blanco y caolín, carbonato u otro polvo absorbente e incoloro con el cual se puede dar solidez al impasto. Con estas últimas definía lo que le interesaba y aquello a lo que quería llamar más la atención, para restarle importancia a todo lo demás.

En los cabarets Lautrec comenzó realmente a formarse como artista, puesto que la pintura clásica ya no le satisfacía. Le fascinaban los actores, las bailarinas, las luces y la vida moderna, principalmente del mundo nocturno. Le gustaban los tumultos, los lugares pequeños, la iluminación artificial, el humo y las nuevas ropas.
En este cuadro, la mujer semidesnuda viste una falda que utiliza de cojín o de manta, y una bota que solo puede ser eso, una bota. Alta. Negra. Verde. En pintura un color puede ser varios colores. Como un personaje puede ser varios de nosotros. Yo puedo ser la mujer pelirroja sentada sobre un suelo de cartón. No de madera. Lautrec pintó este cuadro al óleo sobre un cartón. Sin embargo parece madera y parece que la mujer observa, con calma, aquello que nosotros no apreciamos.

Mi amigo pintor, Miguel Madariaga, dice que su cuadro favorito de Lautrec es La cama, en él se ve a un niño y a una niña que están a punto de dormir; quizá no son niños, aunque a mí me lo parece… todos rejuvenecemos al dormir. Hay niñez retratada en ese cuadro, como en este hay algo de maternidad. Miramos la espalda desnuda de esta mujer y percibimos serenidad. Quizá, mira hacia una cama donde un niño duerme. Esta idea, la de la maternidad y la niñez reunidos en dos cuadros distintos, se consuma cuando leo que Toulouse-Lautrec, luego de una vida de penurias y excesos, murió a los treinta y seis años, postrado en una cama, en la casa de su madre.
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