Jean Honoré Fragonard
Jean-Honoré Fragonard fue un pintor y grabador francés cuyo estilo rococó se distinguió por la exuberancia y el hedonismo. Uno de los artistas más prolíficos activos en las décadas del Antiguo Régimen, Fragonard fue autor de más de 550 pinturas, de las cuales solamente cinco están fechadas.
La Muchacha leyendo es una obra realizada en óleo sobre lienzo que dataría de en torno a 1776 y que en la actualidad se conserva en la National Gallery of Art de Washington. Se trata de una obra de pequeño formato – poco más de 80 cm de alto y 65 de ancho- en la que se representa a una joven perteneciente a la burguesía sumida en una apacible lectura. No se conoce la identidad de la joven, quizás alguna de las damas que visitaba la corte del rey pero lo cierto es que la escena trasmite al espectador gran calma y serenidad.

Aparece sentada y dispuesta de perfil mientras lee un pequeño libro que sujeta con la mano derecha. La chica está ataviada con un precioso y abullonado vestido amarillo donde destacan los pomposos cuellos blancos. El pelo está recogido en un moño alto que sujeta con un lazo de color beige a juego con otros lazos del vestido. Su postura es delicada y la joven aparece ajena a la mirada del espectador, sumida en su lectura ni siquiera aparta los ojos del libro que la ocupa.

La escena se compone a través de líneas verticales marcadas por la esquina de la pared y la disposición de la muchacha, mientras que el reposabrazos de su asiento marca una potente línea horizontal. El artista ha demostrado una gran maestría en el colorido de la composición que remite a las obras que Renoir pintará sobre la alta sociedad parisina en el impresionismo. El colorido del vestido de la joven se contrapone con el fondo oscuro y plano de la pared.
El cerrojo es una escena galante pintada por Jean-Honoré Fragonard en 1777. Se trata de una de las obras más célebres del pintor, verdadera referencia de la pintura del siglo xviii. La interpretación más común sugiere que la ambigua escena representa a dos amantes abrazándose en un dormitorio, el hombre corriendo el cerrojo de la puerta.

El lienzo se conserva en el Museo del Louvre, en la sección dedicada a la pintura francesa del siglo xviii, en el segundo salón del ala Sully.

Esta pintura, verdadero símbolo del espíritu libertino dieciochesco, refleja el estado de ánimo adoptado por los pintores de la época, sobre todo François Boucher, uno de los maestros de Fragonard y gran representante de la pintura rococó.

La obra fue encargada en el año 1773 por Louis-Gabriel Véri-Raionard, marqués de Véri (1722-1785).1​ Realizada para este coleccionista reputado y exigente, esta pintura erótica, aparentemente ligera pero afirmando una ambición real, se inscribe en un conjunto de representaciones amorosas, a veces pícaras, eminentemente representativas del espíritu de la alta sociedad francesa a partir de la Regencia de Felipe de Orleans.
La pintura "The Bathers" de Jean-Honoré Fragonard es una obra maestra del Rococó francés. El cuadro, de tamaño original de 64 x 80 cm, es una representación de tres mujeres desnudas en un bosque, rodeadas de naturaleza exuberante y agua cristalina.

La composición de la pintura es notable por su habilidad para crear una sensación de movimiento y dinamismo en una imagen estática. Las figuras de las mujeres están cuidadosamente dispuestas para crear una sensación de profundidad, con la figura central en primer plano y las otras dos figuras en segundo plano. La pose de las mujeres es natural y fluida, con una sensación de movimiento en sus cuerpos.

El colorido de la pintura es vibrante y alegre, con tonos pastel y brillantes que evocan la sensualidad y la alegría de la vida al aire libre. Los tonos rosados y dorados de las pieles de las mujeres contrastan con el verde intenso del bosque y el azul claro del agua.

La historia detrás de la pintura es un misterio, pero se cree que fue pintada alrededor de 1765-1766. La obra fue encargada por el barón Louis-Guillaume Baillet de Saint-Julien, un coleccionista de arte francés. La pintura fue considerada escandalosa en su época debido a la desnudez de las mujeres y su sensualidad implícita.
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